sábado, 12 de mayo de 2012

The Beatles

The Beatles fue una banda de rock inglesa activa durante la década de 1960, y reconocida como la más comercialmente exitosa y críticamente aclamada en la historia de la música popular. Formada en Liverpool, estuvo constituida desde 1962 por John Lennon (guitarra rítmica, pianista vocalista), Paul McCartney (bajo, vocalista , pianista), George Harrison (guitarra solista, vocalista) y Ringo Starr (batería, pandero , vocalista). Enraizada en el skiffle y el rock and rolde los años cincuenta, la banda trabajó más tarde con distintos géneros musicales, que iban desde la baladapop hasta el rock psicodélico, incorporando a menudo elementos clásicos, entre otros, de forma innovadora en sus canciones. La naturaleza de su enorme popularidad, que había emergido primeramente con la moda de la «Beatlemanía», se transformó al tiempo que sus composiciones se volvieron más sofisticadas. Llegaron a ser percibidos como la encarnación de los ideales progresistas, extendiendo su influencia en las revoluciones sociales y culturales de la década de 1960.






El Jazz

El Jazz es una forma de arte musical que se originó en los Estados Unidos mediante la confrontación de los negros con la música europea. La instrumentación, melodía y armonía del Jazz se derivan principalmente de la tradición musical de Occidente. El ritmo, el fraseo y la producción de sonido, y los elementos de armonía de blues se derivan de la música africana y del concepto musical de los afroamericanos.




mayo del 68

Se conoce como  Mayo del 68 a la cadena de protestas que se llevaron a cabo en Francia y, especialmente, en París durante los meses de mayo y junio de 1968. Esta serie de protestas fue iniciada por grupos estudiantiles de izquierdas contrarios a la sociedad del consumo, a los que posteriormente se unieron grupos de obreros industriales y, finalmente y de forma menos entusiasta, los sindicatos y el Partido Comunista Francés. Como resultado, tuvo lugar la mayor revuelta estudiantil y la mayor huelga general de la historia de Francia , y posiblemente de Europa occidental, secundada por más de 9 millones de trabajadores. Estuvo vinculado con el movimiento hippie que se extendía entonces.
La magnitud de las protestas no había sido prevista por el gobierno francés, y puso contra las cuerdas al gobierno de Charles de Gaulle, que llegó a temer una insurrección de carácter revolucionario tras la extensión de la huelga general. Sin embargo, la mayor parte de los sectores participantes en la protesta no llegaron a plantearse la toma del poder ni la insurrección abierta contra el Estado, y ni tan siquiera el Partido Comunista Francés llegó a considerar seriamente esa salida. El grueso de las protestas finalizó cuando De Gaulle anunció las elecciones anticipadas que tuvieron lugar el 23 y 30 de junio.
Los sucesos de mayo y junio en Francia se encuadran dentro de una ola de protestas protagonizadas, principalmente, por sectores politizados de la juventud que recorrió el mundo durante 1968. Estos sucesos se extendieron por la República federal alemana, Suiza, España, México, Argentina, Uruguay, Estados Unidos y Checoslovaquia.





Revolución sexual

La revolución sexual  hace referencia al cambio ocurrido durante la segunda mitad del siglo XX en numerosos países del mundo occidental desafiando los códigos tradicionales en lo relativo a la concepción de la moral sexual, el comportamiento sexual humano, y las relaciones sexuales. La liberación sexual tuvo su inicio en la década de 1950, su máximo desarrollo entre 1960 y 1980 aunque sus consecuencias y extensión siguen vigentes y en pleno desarrollo en muchos aspectos; se identifica con la igualdad entre los sexos, el feminismo, los métodos anti conceptivos así como la contestación social y política. Muchos de los cambios revolucionarios en las normas sexuales de este período se han convertido en normas aceptadas, legítimas y legales en el comportamiento sexual.
La liberación sexual supuso la reivindicación y recuperación plena del cuerpo humano y su desnudez, de la sexualidad como parte integral de la condición humana individual y social cuestionando el papel tradicional de la mujer y por tanto del hombre y de la institución por excelencia, el matrimonio.
La revolución sexual ha propiciado la generalización de todo tipo de relaciones sexuales y la aceptación general de las relaciones sexuales prematrimoniales, el reconocimiento y normalización de la homosexualidad y otras formas de sexualidad. Como consecuencia, derivada de la revolución sexual y las condiciones socioeconómicas se ha producido: aumento de las parejas de hecho (uniones sin matrimonio), retraso en la edad de contraer matrimonio, aparición de hijos fuera del matrimonio, uniones civiles y matrimonio entre personas del mismo sexo, así como la aparición de nuevos tipos de familias (familias monoparentales y familias homoparentales).
La liberación sexual ha sido posible y ha ido acompañado de la difusión y uso generalizado de métodos anticonceptivos así como de la legalización, en numerosos países, de plazos para la práctica del aborto a petición libre de la mujer.




lunes, 7 de mayo de 2012

Holocausto Judio

No puede hallarse en la Historia otro crimen tan atroz ni tan fríamente calculado como el que aniquiló a millones de seres humanos en los campos de concentración nazis. Reducidos al estado animal, sometidos a la más espantosa degradación moral y física, hombres, mujeres y niños fueron salvajemente torturados y arrastrados a las cámaras de gas por el solo hecho de pertenecer a una raza considerada inferior o de sostener creencias religiosas o políticas antagónicas a las de la «raza de los señores».
Hitler fue el origen de este furioso torbellino de la muerte. Pero Hitler no estaba solo. Parte de un pueblo fanatizado por la propaganda, educado en el desprecio hacia el hombre no ario, le ayudó a borrar de la faz de la tierra a sus pretendidos «enemigos».




Caida del muro de Berlín

El Muro de Berlín  fue parte de las fronteras interalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a la República federal alemana de la República Democrática alemana hasta ese año.
El bloque oriental dominado por los Soviéticos oficialmente sostenía que el muro fue levantado para proteger a su población de elementos fascistas que conspiraban para prevenir "la voluntad popular" de construir un estado socialista en Alemania del Este. No obstante, en la práctica, el muro sirvió para prevenir la emigración masiva que marcó a Alemania del Este y al bloque comunista durante el período posterior a la II Guerra Mundial
El muro se extendía a lo largo de 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra fía y de la separación de Alemania
Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.











segunda república española

La Segunda República Española se conoce el periodo político de la historia de España comprendido entre el 14 de abril de 1931 (fecha de la proclamación de la República, en sustitución de la monarquía de Alfonso XIII) y el 1 de abril de 1939 (fecha del final de la Guerra Civil Española, que dio paso a la dictadura del General Franco). El numeral «segunda» obedece a la necesidad de distinguirlo del anterior periodo republicano, la Primera República Española (1873-1874).
Durante este periodo, especialmente durante su primer bienio (1931-1933), se llevaron a cabo diversas reformas que pretendían modernizar el país de acuerdo con su entorno europeo. La Constitución de 1931 fue la pieza clave de ese proyecto. Fue también un período convulso, cuyo acontecimiento más grave fue la revolución de octubre de 1934, cuando los socialistas llevaron a cabo una insurrección en contra del recién formado gobierno de coalición entre el Partido Republicano Radical y la CEDA. Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, el golpe de Estado del 17 y 18 de julio de una parte del ejército con el apoyo de las fuerzas más conservadoras desembocó en la Guerra Civil Española y el fin de la República.



Bandera de la segunda república española


Vídeo de la II República Española


Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, alineadas en dos alianzas militares opuestas: los Aliados y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de 100 millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo armamentístico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme significación que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso por primera y última vez de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad, con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio Británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales de 1939 hasta inicios de1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En base a acuerdos entre los nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las Potencias del Eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1941 las potencias europeas del Eje comenzaron una invasión de la Unión Soviética, dando así inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde 1937 y pretendía expandir sus dominios en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el Océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.
El avance del Eje fue detenido en 1942 tras la derrota de Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el Norte de África y en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1943, como consecuencia de los diversos reveses de los alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y las victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que emprender la retirada estratégica en todos los frentes. En 1944 los aliados occidentales invadieron Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas territoriales e invadía Alemania y sus aliados.
La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los Estados Unidos y la invasión del Archipiélago japonés se hizo inminente. Tras el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1945 cuando Japón aceptó la rendición incondicional.
La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en 1945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.




Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial, también llamada la Gran Guerra, se desarrolló entre el 28 de julio de 1914 y el 11 de noviembre de 1918. Involucró a todas las grandes potencias del mundo, que se alinearon en dos bandos enfrentados: por un lado, los Aliados de la Triple Entente, y, por otro, las Potencias Centrales de la Triple Alianza.
En el transcurso del conflicto fueron movilizados más de 70 millones de militares, incluidos 60 millones de europeos, lo que lo convierte en una de las mayores guerras de la Historia. Murieron más de 9 millones de combatientes, muchos a causa de los avances tecnológicos de la industria armamentística, que hizo estragos contra una infantería que fue usada de forma masiva y temeraria.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del Imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo, fue el detonante inmediato de la guerra, pero las causas subyacentes jugaron un papel decisivo, esencialmente el imperialismo de las políticas exteriores de grandes potencias europeas como el Imperio Alemán, el Imperio austro-húngaro, el Imperio Otomano, el Imperio Ruso, el Imperio Británico, Francia e Italia. El asesinato de Francisco Fernando por el nacionalista yugoslavo Gavrilo Princip dio como resultado un ultimátum de los Habsburgo al Reino de Serbia. Las potencias europeas invocaron diversas alianzas formadas años y décadas atrás, por lo que sólo unas semanas después del magnicidio las grandes potencias estaban en guerra. A través de sus colonias, el conflicto pronto prendió por el mundo.
El 28 de julio, el conflicto dio comienzo con la invasión de Serbia por Austria-Hungría, seguida de la invasión de Bélgica, Luxemburgo y Francia por el Imperio Alemán, y el ataque de Rusia contra Alemania. Tras el avance alemán en dirección a París se llegó a un alto, y el Frente Occidental se estabilizó en una guerra estática de desgaste basada en una extensa red de trincheras que apenas sufrió variaciones significativas hasta 1917. En el frente oriental, el ejército ruso luchó satisfactoriamente contra Austria-Hungría, pero fue obligado a retirarse por el ejército alemán. Se abrieron frentes adicionales tras la entrada en la guerra del Imperio Otomano en 1914, Italia y Bulgaria en 1915 y Rumanía en 1916. El Imperio ruso colapsó en 1917 debido a la Revolución de Octubre, tras lo que dejó la guerra. Después de una ofensiva alemana a lo largo del Frente Occidental en 1918, las fuerzas de los Estados Unidos entraron en las trincheras y los Aliados de la Triple Entente hicieron retroceder al ejército alemán en una serie de exitosas ofensivas. Tras la Revolución de Noviembre de 1918 que forzó la abdicación del Káiser, Alemania aceptó el armisticio el 11 del mismo mes.
Al final de la guerra, cuatro potencias imperiales que eran los Imperios Alemán, ruso, austro-húngaro y otomano, habían sido derrotados militar y políticamente y desaparecieron. Los imperios, alemán y ruso, perdieron una gran cantidad de territorios, el austro-húngaro y el otomano, fueron completamente disueltos. El mapa de Europa Central fue redibujado con nuevos y pequeños estados, y se creó la Sociedad de Naciones con la esperanza de prevenir otro conflicto similar. Los nacionalismos europeos espoleados por la guerra y la disolución de los imperios, las repercusiones de la derrota alemana y los problemas con el Tratado de Versalles se consideran generalmente como factores del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.




Dictadura de Francisco Franco

Se conoce como dictadura de Franco al periodo de la historia de España correspondiente con el ejercicio por el general Francisco Franco Bahamonde o el caudillo de la jefatura del Estado y con el desarrollo del franquismo, esto es desde el final de la Guerra Civil Española en 1939, hasta su muerte y sucesión en 1975. Su amplia dimensión temporal y la marcada presencia del propio Franco en toda ella hace que a menudo se utilice para designarla la expresión era de Franco.
En los años 40 la dictadura militar se afianzó mediante la represión política y económica de los opositores y mantuvo una política económica basada en la autarquía, provocada por la Segunda Guerra Mundial, en la que la dictadura franquista tuvo una participación favorable a la Alemania nazi mediante el envío de la División Azul, un cuerpo de voluntarios que sirvió en el ejército alemán contra la Unión Soviética. Esta connivencia y colaboración con las potencias del Eje, pese a realizarse en el marco de una política oficial de no beligerancia, condujo al aislamiento internacional tras la derrota de las mismas en 1945, promovido por los aliados en el seno de la recién creada ONU.
En los años 50, en el marco de la Guerra Fría la posición geográfica de España y su dictadura militar se acabaron convirtiendo en estratégicos para Estados Unidos y sus aliados europeos frente a la Unión Soviética. La alianza de España con los Estados Unidos puso fin al aislamiento internacional del régimen y favoreció una paulatina aperturización de la economía nacional, que seguía a unos niveles de desarrollo inferiores a los del resto de economías de Europa occidental, que en la guerra mundial habían sufrido desastres similares al de la Guerra Civil española.
En los años 60 y principios de los 70, el desarrollismo económico mejoró de forma notable, aunque desigual, el nivel de vida de la mayoría de la población, que formó una clase media hasta entonces casi inexistente. El nivel de libertad personal y política no aumentó del mismo modo. Empezaron las movilizaciones de oposición a la dictadura por parte de trabajadores y estudiantes.
El rey Juan Carlos I fue el sucesor designado por Franco para la Jefatura del Estado, y a su muerte juró acatar los Principios del Movimiento Nacional destinados a perpetuar la dictadura franquista. Sin embargo se basó en ellos para promover el Referéndum para la Reforma Política. Su resultado, 94% a favor de la reforma, inició la Transición Española hacia la democracia parlamentaria.



José Antonio Primo de Rivera

José Antonio Primo de Rivera, tercer marqués de estrella fue un abogado y político español, hijo primogénito del dictador Miguel Primo de Rivera y fundador y líder del partido Falange Española. Fue condenado y finalmente ejecutado por conspiración y rebelión militar contra el gobierno de la II República durante los primeros meses de la Guerra civil española. Su imagen fue honrada durante la Guerra civil española y la dictadura franquista como icono y mártir al servicio de la propaganda del instaurado "Movimiento nacional." Su muerte fue silenciada en el bando nacional durante dos años, recibiendo el apelativo de El Ausente. Terminada la guerra su nombre encabezó todas las listas de fallecidos de dicho bando, llegándose a poner la inscripción “José Antonio ¡Presente!” en la gran mayoría de las iglesias españolas. Es el único líder político de su período al que se conoce exclusivamente por su nombre de pila.




Cipriano Mera

Cipriano Mera Sanz fue un conocido anarcosindicalista español que participó de forma destacada en la guerra civil española, especialmente en las batallas de Madrid y Guadalajara.
Cipriano Mera era albañil de profesión, empezando a trabajar a los once años de edad. Militó en la CNT, de cuyo sindicato de la construcción en Madrid fue secretario en 1931. En diciembre de 1933 se unió a Buenaventura Durruti para fundar el Comité Revolucionario de Zaragoza. Como consecuencia, fue arrestado y llevado a prisión en Burgos.
En el verano de 1936, la huelga de la construcción había paralizado a más de 100.000 trabajadores. A principios de julio, Cipriano Mera es encarcelado nuevamente junto con otros delegados del Comité de Huelga de la construcción. La huelga de la construcción proseguía el 18 de julio, al estallar la guerra civil.
Al día siguiente, Mera es liberado de la Cárcel Modelo de Madrid, y tras participar en la derrota de los sublevados del Cuartel de la Montaña de Madrid, rápidamente organiza, junto a David Antona, una columna anarquista que se une a la del teniente coronel republicano Ildefonso Puigdendolas, que el 21 de julio tomaría Alcalá de Henares y al día siguiente la ciudad de Guadalajara. La columna anarquista de Mera se separó entonces hacia Sacedón y la provincia de Cuenca, ocupando la ciudad homónima, que se hallaba sublevada y en manos de la Guardia Civil. Sus soldados le apodaron El Viejo, porque tenía 40 años y mandaba sobre milicianos jóvenes.
Más tarde, tras la creación del Ejército Popular Republicano, la columna de Mera se transformó en la 14ª División, de la que fue nombrado comandante. Esta división intervino fundamentalmente en la defensa de Madrid, en noviembre de 1936, y en la Batalla de Guadalajara, en marzo de 1937, que ganó a los italianos del CTV. Fue jefe del IV Cuerpo de Ejército.
En 1938, ya ascendido a teniente coronel, emplazó su cuartel general en Alcohete (Guadalajara) lugar cercano a la villa de Horche y desde donde protegía todo el sector oriental de la capital.
Apoyó el golpe de Estado del coronel Segismundo Casado el 5 de marzo de 1939 y la formación del Consejo Nacional de Defensa. Aunque el gobierno de Negrín abandona España al día siguiente, la situación del recién formado Consejo es crítica en Madrid durante los días 7, 8 y 9, ante la reacción de parte de los tres Cuerpos del Ejército (integrados por oficiales, soldados y milicianos comunistas) que defienden la capital. Pero entonces Mera lanzó su IV Cuerpo de Ejército desde Guadalajara y logró salvar al Consejo después de una serie de encarnizados combates por las carreteras de acceso y las mismas calles de Madrid. Hay quien piensa que, aplastando toda forma de resistencia militar, la actitud del Consejo Nacional de Defensa favoreció al bando franquista, que pudo así entrar más fácilmente en Madrid, encarcelando y fusilando a muchos republicanos.





lunes, 26 de marzo de 2012

Junta suprema de Canarias

El 11 de Julio de 1808, tras la ocupación de España por las tropas francesas, se constituyó en La Laguna la Junta Suprema de Canarias, que regiría el destino del archipiélago en tanto no cesara la dominación extranjera.
Éste fue uno de los hechos históricos más importantes de las islas Canarias, que se conmemora en esta plaza con una placa que dice: "El 
Ayuntamiento de La Laguna" en el primer centenario de la guerra de independencia dedica esta lápida a la lealtad heroica del Archipiélago y al patriotismo de los ínclitos varones, que asumiendo todos los poderes insulares, enaltecieron el nombre de Canarias. 11 de julio de 1908".Además de dicha placa, en la plaza pueden verse otros elementos interesantes:* Un monolito de piedra con una inscripción que reza "Fiel y de Ilustre Historia", títulos concedidos a la ciudad.
* El busto del poeta lagunero José Tabares Barlett, realizado por el escultor Francisco Borges Salas.
* El busto de Alonso de Nava y Grimón (VI Marqués de Villanueva del Prado), que fue el presidente de la Junta Suprema de Canarias.
* Una placa en el pavimento (próximo al camino de San Diego), que indica los límites de la antigua laguna de agua que dio nombre a la ciudad.Esta plaza peatonal se encuentra en pleno centro histórico y ha sido totalmente remodelada en el año 2007. Sus 1200 m2 de superficie están ajardinados con especies endémicas, una araucaria de 30 m de altura, un drago, palmeras, agapantos, árboles de Júpiter y otras plantas ornamentales.La Plaza Suprema de Canarias es también conocida como la Plaza de los Bolos (por practicarse en ella dicho juego) o Plaza de Arriba.










Traducción del discurso "I have a dream" (Tengo un sueño) Martín Luther King

Tengo un sueño

Estoy contento de reunirme hoy con vosotros y con vosotras en la que pasará a la historia como la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestra nación.

Hace un siglo, un gran americano, bajo cuya simbólica sombra nos encontramos, firmó la Proclamación de Emancipación. Este trascendental decreto llegó como un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros y esclavas negras, que habían sido quemados en las llamas de una injusticia aniquiladora. Llegó como un amanecer dichoso para acabar con la larga noche de su cautividad.

Pero cien años después, las personas negras todavía no son libres. Cien años después, la vida de las personas negras sigue todavía tristemente atenazada por los grilletes de la segregación y por las cadenas de la discriminación. Cien años después, las personas negras viven en una isla solitaria de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después, las personas negras todavía siguen languideciendo en los rincones de la sociedad americana y se sienten como exiliadas en su propia tierra. Así que hemos venido hoy aquí a mostrar unas condiciones vergonzosas.

Hemos venido a la capital de nuestra nación en cierto sentido para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magnificientes palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, estaban firmando un pagaré del que todo americano iba a ser heredero. Este pagaré era una promesa de que a todos los hombres —sí, a los hombres negros y también a los hombres blancos— se les garantizarían los derechos inalienables a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad.

Hoy es obvio que América ha defraudado en este pagaré en lo que se refiere a sus ciudadanos y ciudadanas de color. En vez de cumplir con esta sagrada obligación, América ha dado al pueblo negro un cheque malo, un cheque que ha sido devuelto marcado “sin fondos”.

Pero nos negamos a creer que el banco de la justicia está en bancarrota. Nos negamos a creer que no hay fondos suficientes en las grandes arcas bancarias de las oportunidades de esta nación. Así que hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dé mediante reclamación las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia. También hemos venido a este santo lugar para recordar a América la intensa urgencia de este momento. No es tiempo de darse al lujo de refrescarse o de tomar el tranquilizante del gradualismo. Ahora es tiempo de hacer que las promesas de democracia sean reales. Ahora es tiempo de subir desde el oscuro y desolado valle de la segregación al soleado sendero de la justicia racial. Ahora es tiempo de alzar a nuestra nación desde las arenas movedizas de la injusticia racial a la sólida roca de la fraternidad. Ahora es tiempo de hacer que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios.

Sería desastroso para la nación pasar por alto la urgencia del momento y subestimar la determinación de las personas negras. Este asfixiante verano del legítimo descontento de las personas negras no pasará hasta que haya un estimulante otoño de libertad e igualdad. Mil novecientos sesenta y tres no es un fin, sino un comienzo. Quienes esperaban que las personas negras necesitaran soltar vapor y que ahora estarán contentos, tendrán un brusco despertar si la nación vuelve a su actividad como si nada hubiera pasado. No habrá descanso ni tranquilidad en América hasta que las personas negras tengan garantizados sus derechos como ciudadanas y ciudadanos. Los torbellinos de revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que nazca el día brillante de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi pueblo, que está en el caluroso umbral que lleva al interior del palacio de justicia. En el proceso de conseguir nuestro legítimo lugar, no debemos ser culpables de acciones equivocadas. No busquemos saciar nuestra sed de libertad bebiendo de la copa del encarnizamiento y del odio.  Debemos conducir siempre nuestra lucha en el elevado nivel de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra fecunda protesta degenere en violencia física. Una y otra vez debemos ascender a las majestuosas alturas donde se hace frente a la fuerza física con la fuerza espiritual. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra no debe llevarnos a desconfiar de todas las personas blancas, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como su presencia hoy aquí evidencia, han llegado a ser conscientes de que su destino está atado a nuestro destino. Han llegado a darse cuenta de que su libertad está inextricablemente unida a nuestra libertad. No podemos caminar solos.

Y mientras caminamos, debemos hacer la solemne promesa de que siempre caminaremos hacia adelante. No podemos volver atrás. Hay quienes están preguntando a los defensores de los derechos civiles: “¿Cuándo estaréis satisfechos?” No podemos estar satisfechos mientras las personas negras sean víctimas de los indecibles horrores de la brutalidad de la policía. No podemos estar satisfechos mientras nuestros cuerpos, cargados con la fatiga del viaje, no puedan conseguir alojamiento en los moteles de las autopistas ni en los hoteles de las ciudades. No podemos estar satisfechos mientras la movilidad básica de las personas negras sea de un ghetto más pequeño a otro más amplio. No podemos estar satisfechos mientras nuestros hijos sean despojados de su personalidad y privados de su dignidad por letreros que digan “sólo para blancos”. No podemos estar satisfechos mientras una persona negra en Mississippi no pueda votar y una persona negra en Nueva York crea que no tiene nada por qué votar. No, no, no estamos satisfechos y no estaremos satisfechos hasta que la justicia corra como las aguas y la rectitud como un impetuoso torrente.

No soy inconsciente de que algunos de vosotros y vosotras habéis venido aquí después de grandes procesos y tribulaciones. Algunos de vosotros y vosotras habéis salido recientemente de estrechas celdas de una prisión. Algunos de vosotros y vosotras habéis venido de zonas donde vuestra búsqueda de la libertad os dejó golpeados por las tormentas de la persecución y tambaleantes por los vientos de la brutalidad de la policía. Habéis sido los veteranos del sufrimiento fecundo. Continuad trabajando con la fe de que el sufrimiento inmerecido es redención.

Volved a Mississippi, volved a Alabama, volved a Carolina del Sur, volved a Georgia, volved a Luisiana, volved a los suburbios y a los ghettos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de un modo u otro esta situación puede y va a ser cambiada.

No nos hundamos en el valle de la desesperación. Aun así, aunque vemos delante las dificultades de hoy y mañana, amigos míos, os digo hoy: todavía tengo un sueño. Es un sueño profundamente enraizado en el sueño americano.

Tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales”.

Tengo un sueño: que un día sobre las colinas rojas de Georgia los hijos de quienes fueron esclavos y los hijos de quienes fueron propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la fraternidad.

Tengo un sueño: que un día incluso el estado de Mississippi, un estado sofocante por el calor de la injusticia, sofocante por el calor de la opresión, se transformará en un oasis de libertad y justicia.

Tengo un sueño: que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel sino por su reputación.

Tengo un sueño hoy.

Tengo un sueño: que un día allá abajo en Alabama, con sus racistas despiadados, con su gobernador que tiene los labios goteando con las palabras de interposición y anulación, que un día, justo allí en Alabama niños negros y niñas negras podrán darse la mano con niños blancos y niñas blancas, como hermanas y hermanos.

Tengo un sueño hoy.

Tengo un sueño: que un día todo valle será alzado y toda colina y montaña será bajada, los lugares escarpados se harán llanos y los lugares tortuosos se enderezarán y la gloria del Señor se mostrará y toda la carne juntamente la verá.

Ésta es nuestra esperanza. Ésta es la fe con la que yo vuelvo al Sur. Con esta fe seremos capaces de cortar de la montaña de desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe seremos capaces de transformar las chirriantes disonancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a la cárcel juntos, de ponernos de pie juntos por la libertad, sabiendo que un día seremos libres.

Éste será el día, éste será el día en el que todos los hijos de Dios podrán cantar con un nuevo significado “Tierra mía, es a ti, dulce tierra de libertad, a ti te canto. Tierra donde mi padre ha muerto, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera suene la libertad”.

Y si América va a ser una gran nación, esto tiene que llegar a ser verdad. Y así, suene la libertad desde las prodigiosas cumbres de las colinas de New Hampshire. Suene la libertad desde las enormes montañas de Nueva York. Suene la libertad desde los elevados Alleghenies de Pennsylvania.

Suene la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve de Colorado. Suene la libertad desde las curvas vertientes de California.

Pero no sólo eso; suene la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia.

Suene la libertad desde el Monte Lookout de Tennessee.

Suene la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera.

Suene la libertad. Y cuando esto ocurra y cuando permitamos que la libertad suene, cuando la dejemos sonar desde cada pueblo y cada aldea, desde cada estado y cada ciudad, podremos acelerar la llegada de aquel día en el que todos los hijos de Dios, hombres blancos y hombres negros, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de juntar las manos y cantar con las palabras del viejo espiritual negro: “¡Al fin libres! ¡Al fin libres! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, somos al fin libres!”